Un pueblo y sus espantos

Este es un pequeño homenaje para ese pueblito que vive en mi memoria (Cumbitara ). Mitos y leyendas de un pueblo llamado cumbitara, es una recopilación de cultura que unos estudiantes de grado once lograron recopilar hace aproximadamente 15 años, esta es solamente la cubierta, pero también fueron diagramadas las páginas interiores, aquí les dejo un corto fragmento de una de estas historias:

EL CARRO DEL DIABLO.

Una noche, que por cierto era muy bella, el cielo estaba cubierto de estrellas, la luna iluminaba aquel lugar, todo parecía tranquilidad y paz; pero en casa de la abuela estaba moribundo su hijo menor. Ella, junto con su familia no sabía qué hacer para encontrar quien los socorriera. En este momento recordaron aquellas historias espantosas, que se veían y eran vividas por ellos mismos. El pánico invadió sus cuerpos, nadie se atrevía a hablar, mientras que el enfermo iba de peor en peor. De pronto una tenebrosa oscuridad invadió el firmamento, los perros aullaban, los gatos maullaban, de una manera horrible, el viento empezó a soplar con fuerza pero por un momento cobraron valor, y se acordaron del enfermo. Fue así como decidieron salir en busca de ayuda, la abuela con el corazón en la mano le ordeno a Carmen y a Javier que fueran hasta el pueblo en busca de el médico, ellos no tuvieron palabras para contestarle, las lagrimas empezaron a rodar sobre sus mejillas una tras otra, pues no tenían el valor necesario para hacerlo, su madre, angustiada he incomprensiva los obligo a que salieran pronto, pero antes les entrego un escapulario a cada uno y un tizón prendido para que los favoreciera de todo poder maligno, ellos temblando de miedo, salieron, apretaron sus manos muy fuerte y entre rezos y rezos avanzaron, pero para su desgracia Carmen cayó en una cocha muy profunda y apago la única fuente de luz que les iluminaba el camino, lloraron inconsolablemente, lucharon mucho para lograr pasar aquel lugar. Era tanto el miedo que sentían que daban dos pasos hacia delante y tres hacia tras. De pronto Carmen miro una luz a la vuelta más cercana y no dudo un momento para contárselo a su hermano, pero a él le produjo más terror, y le suplicaba a su hermana que regresaran, pero ella no aceptó. Así siguieron el camino, cae y levanta no había avanzado veinte metros y esa luz estaba más cerca de lo esperado; en aquel momento sintieron su cabeza muy grande, su cuerpo comenzó a temblar incesantemente y aun mas cuando sintieron un murmullo de gente, que no sabían de donde salía, pues nadie vivía por allí….