…pero estaba sentado en el silencio, esperando mi turno para saltar al negro hueco de el pensamiento idiota, faltaron solo segundos para morir en vida, de pronto un niño se acerco a donde yo estaba, tomo mis manos y me miro con sus ojos llenos de compasión, se carcajeo varias veces y con voz alegre me dijo….
No hay comentarios:
Publicar un comentario