lunes, 4 de febrero de 2008

El Gaitero

Ilustración: Lucho Marroquín
Caminaba por un sendero de olvido, desesperación y angustia, el mundo me arrastraba y sabía que no tenía escapatoria.
¿Qué es eso? ¿De dónde salió?, fueron las preguntas que llegaron a mi cabeza cuando sentí por primera vez el majestuoso sonido de su voz.
Descubrí que no todo estaba perdido y poco a poco esa mágica voz transformo mi sendero, lo llenó de vida y lo llenó de luz.
Ya son ocho años y aun no te conozco pero aun así sigues llenando mi vida de esperanza con tu voz..
Hasta siempre y por siempre mi querida gaita.

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